Después de crecer en los Estados Unidos, Alan Hernandez fue deportado a México, un país que para él era completamente desconocido. En su narrativa, Hernández describe su niñez en los Estados Unidos y puntualiza que él se percató que era indocumentado después de los ataques a terroristas del 11 de Septiembre y de las políticas que este evento detono. Hernández también comparte algunos detalles sobre lo que vivió como un prisionero indocumentado en los Estados Unidos. Para terminar, Hernández denuncia la discriminación y acoso que ah sufrido desde su llegada a México.