Durante los 12 años que radicaron en los Estados Unidos, los Mandujano se establecieron como una familia de ciudadanos ejemplares y miembros respetados en su comunidad. En esta primera parte de su narración, Freddy y Azucena Mandujano describen su llegada a los Estados Unidos, su adaptación a la vida en Livermore, California, y su vida cotidiana en el lugar que consideran su hogar.