Marcia cuenta su historia separación familiar en su niñez cuando su mamá se muda a EEUU, y luego su propia migración de niña a LA, donde vivió por décadas –hasta su deportación a Honduras. Allí le advierten que se tienen que tapar sus tatuajes, y luego le asaltan, quizás por ellos. Más tarde es testigo al asesinato de un amigo y ahora teme por su vida. Al sufrir discriminación laboral por su edad, amenazas de violencia, y separación de su madre e hijo, pide ayuda para volver a EEUU para solicitar asilo político.