Madre deportada Lorena trata de mantener el contacto con sus hijos no obstante la falta de cooperación del padre de ellos. Se muda de Veracruz a Tijuana para estar más cerca de ellos. Finalmente, tras la deportación del padre, vienen a visitarla con más frecuencia. Ahora espera obtener la residencia legal en EEUU y reunirse con ellos.