Danny Ruiz, quien migró a Estados Unidos de niño y luego fue deportado, explica cómo aprovechó su éxito como empresario para servir a la comunidad. Aunque su primer intento de establecer un centro comunitario para migrante en Tijuana se topó con problemas, su nuevo local, el Border Line Crisis Center, se ha vuelto muy activo, con colaboraciones de múltiples organizaciones y un rango de servicios disponibles para migrantes, no obstante el rol que ha asumido como albergue de emergencia para mujeres y niños migrantes.