Luis emprendió un viaje desde Ecuador hasta Estados Unidos, enfrentando desafíos, incertidumbre y peligros. Cruzó fronteras, atravesó selvas y vivió en carne propia la dura realidad de la migración: corrupción, extorsión y miedo. Sin embargo, también encontró solidaridad y esperanza en el camino. A pesar de los obstáculos, nunca dejó de intentarlo, porque rendirse no es opción. Su historia es un testimonio de lucha, perseverancia y determinación en busca de un mejor futuro.
