Samuel, un joven de 19 años de Bogotá, dejó su país obligado por amenazas contra su vida. Su travesía hacia Estados Unidos estuvo llena de peligros, desde extorsiones en los buses en México hasta el miedo constante de ser secuestrado. Al cruzar la frontera, fue detenido y tratado como un criminal, pasando semanas en cárceles de alta seguridad bajo condiciones inhumanas. A pesar de todo, logró obtener asilo y reunirse con su familia. Ahora enfrenta nuevos retos en Estados Unidos, donde la vida para los migrantes no es fácil, pero sigue luchando por un futuro mejor.
