Karla tiene que abandonar El Salvador debido a un asalto sexual, dejando atrás a su hijo. Al no poder cruzar a EEUU, vuelve para reunirse con su hijo, y luego sale de nuevo para el norte donde se encuentra ahora, en la frontera. Pero con la frontera cerrada para solicitantes de asilo, debe decidir si quiere quedarse en México. Mientras tanto, contribuye trabajando en la cocina en el albergue Embajadores de Jesús.
