Don Margarito, un hombre hondureño de 70 años, dedicado a la medicina tradicional, nunca imaginó que a su edad tuviera que huir de su país por amenazas de muerte, y cuenta cómo llegó a México por la frontera sur para después ser trasladado al albergue de SEPAMI, donde espera regularizar su situación migratoria en México para poder traer a su familia y ofrecerle una vida más segura.