José Mares, un padre soltero, fue deportado a México en 2017, dejando atrás a su hija de 17 años. A pesar de numerosos desafíos, incluyendo intentos fallidos de regresar a los Estados Unidos, encontró apoyo a través de la organización Al Otro Lado, donde ahora trabaja como Coordinador de Operaciones Empresariales. Con su ayuda, se reunió con su hija, estableció un Centro de Bienvenida para deportados en Tijuana y sigue ayudando a otros en situaciones similares, encontrando propósito y esperanza al reconstruir su vida.