Vanessa Estrada Santizo relata una experiencia aterradora durante su viaje de regreso a México desde Honduras. Al cruzar el río, ella y otros migrantes fueron secuestrados por hombres armados. Los llevaron a una casa de seguridad y les exigieron 1200 pesos por persona para liberarlos. Vanessa pudo pagar gracias a que llevaba consigo el dinero de su boleto de avión. Durante el secuestro, presenció la violencia y el miedo entre los migrantes, incluyendo el asesinato de un pastor y su familia. Finalmente, después de pagar, fueron trasladados a otra casa de seguridad antes de ser liberados.