Rogelio es deportado y a pesar de que encuentra un trabajo en la Ciudad de México, se deprime por haber dejado a su hija pequeña en los Estados Unidos. Decide regresar. Aquí cuenta lo difícil que es el cruce, lo cerca que estuvo de morir en él. Narra cómo vio fallecer a un joven compañero de ruta, quien deseaba juntar dinero para regresar a México y casarse con su novia.