Gustavo Suárez pasó toda su vida en Estados Unidos hasta el momento en el que fue deportado por manejar en estado de ebriedad. Antes de llegar a México, Gustavo pasó un desagradable tiempo en la cárcel. Lleva 11 meses en Guadalajara, donde actualmente trabaja en un call-center. Gustavo vive ahora alejado de su hija y sus dos hijos, separando a su familia entre Wisconsin, Texas y Jalisco.