Cuando la muerte de su padre de crianza lo convierte en blanco para el crimen organizado, Geovanny huye para Estados Unidos, su desesperación llevándolo a poner su confianza en alguien que no era de fiar. Este sujeto, aprovechando de la vulnerabilidad de Geovanny, le vende a un grupo delictivo en Tabasco que lo mantiene cautivo por varios meses en Villahermosa. Una vez libre, Geovanny desconfía en las organizaciones humanitarias que intentan ayudarlo.