Después de años en exilio, y activismo infatigable de parte de los veteranos deportados, la administración Biden accede a revisar los casos inmigratorios de los veteranos deportados y empieza a readmitir a algunos a EEUU. De este modo Alex Murillo obtiene una visa humanitaria para cuidar a su madre enferma y se emociona mucho al volver con su familia a Arizona. Un poco después, se entera de que su deportación ha sido invalidada y por tanto ha recuperado su residencia legal permanente.