Oscar cuenta su experiencia como migrante sin documentación regular, quien se desplaza a California. Ahí trabajó como jardinero, lava platos y panadero. Cuando se fue del Estado de México, su esposa estaba embarazada y no conoció a su hija sino hasta que tenía dos años. Pudo verla por primera vez, gracias a una computadora que encontró tirada en un basurero. La soledad, la nostalgia, el deseo de tener una vida de familia, después de una enfermedad, y reencontrarse con los amigos, lo indujeron a regresar a México.