Felipe cuenta el sueño que tenía desde niño no solo de ser músico, sino de ayudar a través de la música a la gente que lo necesitara. Después de mudarse de Durango a Tijuana, abandona la escuela y empieza a trabajar. Su hermano logra cruzar a Estados Unidos y lo insta a que también cruce. Lo intenta tres veces por el cerro. Durante uno de los intentos por cruzar, se lesiona fuertemente una pierna. Ya decidido a residir en Tijuana, tiene un accidente automovilístico que resiente su pierna lesionada. La herida se le gangrena y le amputan la pierna. Entra en depresión. Una enfermera, Elisabeth, debe cuidarlo diariamente. Es gracias a ella quien logra sacarlo de la depresión. Empieza una relación con Elisabeth. Ella deja su trabajo para dedicarse completamente a su cuidado. Felipe decide trabajar como músico callejero con la intención de mantener a su esposa.