Estela Juárez, una niña de catorce años, es hija de un inmigrante indocumentado. A pesar de enfrentar dificultades, ha luchado activamente por el cambio desde una edad temprana, defendiendo a través de cartas, entrevistas y escritos. Su madre fue deportada en 2018, a pesar de ser esposa de un militar. El anhelo de Estela por su madre y la injusticia de la separación familiar alimentaron su determinación de llamar la atención sobre su situación. Fue autora de su primer libro, “Hasta que alguien escuche”, y ganó visibilidad después de hablar en la Convención Nacional Demócrata de 2021. En 2021, logró traer temporalmente a su madre de regreso a los Estados Unidos, pero la familia aún enfrenta incertidumbre debido a la necesidad de renovaciones anuales de la libertad condicional, lo que los deja con el temor de una posible separación nuevamente.