Alejandra Juárez a pesar de no tener antecedentes penales y ser esposa de un militar estadounidense, fue deportada en 2018 durante la administración de Trump. En 2021, se le concedió el permiso humanitario para regresar temporalmente, pero debido al estrés y las restricciones, decidió no renovarlo y abandonará los Estados Unidos en mayo de 2024. A pesar de irse, mantiene la esperanza de una reforma migratoria que le permitan un día regresar legalmente.