Leonel narra sus múltiples migraciones y al final, su exilo de Nicaragua por la violencia del gobierno. Con solamente 12 años de edad, salió para Costa Rica para ganar más dinero para su familia en Chinandega, Nicaragua. Al regresar a Nicaragua con 18 años, Leonel trabajaba en construcción. El 17de septiembre, Leonel transporta un grupo de manifestantes a Managua. Después de ser testigo a la violencia y a las muertes de muchos manifestantes, inmediatamente regresa a Chinandega. Pero, en la protesta, la policía del estado tomó su foto y justo después, llega a su casa, derriba la puerta con un orden de su arresto por ser un terrorista del estado. Leonel huye y se esconde en las casas de sus familiares. Cansado de esconderse, huye a El Salvador con su esposa y su hijo. Eventualmente, sale para Chiapas, México, y recibe una visa. Poco después, trae a su familia a México con la intención de quedarse allí.