En esta historia, una madre hondureña comparte su experiencia de huir de Honduras con su hija por la violencia y la persecución de pandillas que siguen impactando a su familia. Ella describe la delincuencia e inestabilidad que han aumentado en Honduras y que han resultado en muerte y en un ambiente del miedo y de la inseguridad constante. Después de los asesinatos de sus dos hermanos y su primo y la desaparición de su sobrino por el crimen organizado, las pandillas comienzan a amenazar a su hija de 18 años. Con la única opción siendo escapar con su hija, esta madre hondureña cuenta la dificultad de ser migrante en México y la soledad extrema que se siente en un lugar que no es su tierra.