Verónica Castro Ledezma, originaria de Zapopan Jalisco, México, emigró a los Estados Unidos en 1998 como persona indocumentada. Su esposo se alistó en las fuerzas armadas en 2009, con la esperanza de estabilizar la situación de su familia y legalizar su estatus migratorio. Sin embargo, debido a su estatus de entrada, Verónica no pudo legalizar su estatus migratorio, a pesar de los esfuerzos a través de recursos familiares militares como la libertad condicional vigente, lo que resultó en humillación y seguimiento por parte de las autoridades de inmigración. Verónica enfrenta incertidumbre acerca de regresar a los EE. UU. para la próxima cirugía de su hijo. A pesar de los desafíos, Verónica mantiene la esperanza de regresar a los EE. UU., pero los años de decepción han pasado factura a su resiliencia y bienestar.